LOS PULSOS USADOS EN LA BCQH
LOS PULSOS UTILIZADOS EN LA BCQH
Según parece, la Medicina Tradicional China es la primera ciencia médica que se percató de la importancia de la toma de los pulsos en las muñecas, junto a su trascendental significado, siendo utilizados en el diagnóstico para la aplicación de la acupuntura.
En nuestra era, además de la acupuntura, la fenomenología de los pulsos en las muñecas ha sido ya utilizada por algunos estudiosos del tema, como es el caso del Dr. Paul Nogier, de Lyón (Francia), padre de la Aurículomedicina, en la que se utiliza el pulso radial izquierdo en sus aspectos positivo-negativo. Una señal denominada por el Dr. Nogier "Reflejo Aurículo Cardíaco" (RAC), y que define como "variación de la onda estacionaria a nivel arterial", utilizándolo como referencial para determinar los parámetros que le son propios en el diagnóstico y el tratamiento de su técnica. Posteriormente, se han desarrollado otras técnicas terapéuticas que han incluido la detección de los pulsos de las muñecas como referencia en la terapia. Éstas utilizan otras formas en el uso de los pulsos, con diferente interpretación y conceptualización, como es el caso de la BCQH, respecto de la MTC o del pulso del Dr. P. Nogier.
Científicamente,
existen datos que confirman la presencia
de un modelo de información que circula
por las paredes de los vasos sanguíneos.
El científico español José Borrell,
perteneciente al "Consejo Superior de Investigaciones Científicas"
CSIC y director del Instituto Cajal en
Madrid –España-, especializado en
neurología, en un interviú, a la
pregunta de cómo podría describirse la
“geografía” neural, Borrell responde
al entrevistador:
- Complejísima a la de los demás
sistemas: por ejemplo, una vena, que es un
trozo de sistema circulatorio, simultanea
la transmisión de moléculas nerviosas
por todo el organismo. Sus principales
componentes o unidades fundamentales
funcionales son las neuronas y las células
gliales que las cubren.
- El Entrevistador añade: “...Que están
dotadas de un habla, o electricidad
singular.”
- Borrell
responde: Transmiten la información
con inusitada velocidad; la archivan con
mecanismos de memoria y aprendizaje; se
activan por medio de neurotransmisores o
neuromoduladores, que pasan impulsos de
unas células a otras. Su habla o
electricidad, como usted dice, alcanza el
último rincón del cuerpo. Por eso, si
nos pinchan en cualquier parte, sentimos
dolor...
Esta entrevista, titulada “El
trasplante de todo el cerebro es una utopía”,
fue publicada por el periodista Manuel
Torreiglesias, quién, cuando en boca del
científico Borrell se refiere a “un
trozo de vena”, genéricamente se
refiere a todos los vasos sanguíneos,
arterias y venas.
Esta porción del texto de la mencionada
entrevista ha sido transcrito de la
revista de publicación mensual Muy
Interesante nº 136 Pág. 91-92 año
1992.
Como describe el Dr. P. Nogier, la congestión arterial se produce en zonas específicas a lo largo de todo el recorrido de estos conductos sanguíneos. Fenómeno que podría producirse por una acumulación energética de un alto contenido bio-informático, significativo del estado del holograma particular de cada individuo. Esta acumulación bio-energética produce un rebosamiento de la capacidad contenedora de la zona donde se produce el fenómeno congestivo en la arteria, provocando una expansión de la misma, la cual se difunde en el espacio, de forma semejante a como ocurre en los intercambios bio-energéticos a través de los puntos de acupuntura. Pero es en las muñecas donde el fenómeno de los pulsos tiene una mayor importancia como bio-información, interpretada por la BCQH como una expresión del holograma particular de cada individuo. Una zona donde se ha confirmado que la manifestación de la bio-información holográmica es más viva y homogénea que en el resto de los pulsos que se hallan en el cuerpo.
Durante su investigación, el Dr. P. Nogier detectó ocho frecuencias iguales en cada oreja, distribuidas en distintas áreas idénticas entre ambas. Siete de estas frecuencias se encuentran en la parte interna de la oreja (el lado que mira hacia fuera, la parte contraria del cráneo; el lado por el cual oímos), y la octava se encuentra ocupando la totalidad de la parte externa, la parte que mira hacia el cráneo. Esta frecuencia precisamente coincide con la frecuencia universal de 1,1Hz., la de la cinética cardíaca. De esta forma, podemos comprobar cómo estas áreas guardan una analogía con el número de trigramas constituyentes de los dos grafismos descritos.
Otra referencia que también reafirma este modelo de analogía, es la de que el Dr. P. Nogier comprobó que la oreja derecha refleja ambos costados del cuerpo, mientras que la izquierda solamente refleja el costado izquierdo, de forma que, analógicamente, en éste contexto, la ecuación de Fu Xi sería la representativa del Todo Universal, el Macrocosmos, mientras que la ecuación de Wen Wang sería la representativa del Microcosmos, marcando una diferenciación jerárquica la cual se manifestaría de una forma u otra en nuestro organismo. Lo que ello no significa que la ecuación de Wen Wang solamente se encuentre referenciada en el lado izquierdo del organismo.
Igualmente que en la Medicina Tradicional China, o en la Aurículomedicina del Dr. Nogier, en la BCQH, el Bio-cibernetista utiliza al mismo organismo como único interlocutor válido, consultando a través de los pulsos cuál es su estado, o cuáles son las predominancias y preferencias de sus diferentes niveles energéticos. De esta forma, realiza un análisis parametral que le permitirá, apoyado en la técnica que le es propia, llevar a término toda la sesión terapéutica. Durante la terapia, el Bio-cibernetista ejecutará su labor guiado por el pulso de síntesis.
Sin la posibilidad de detectar las alteraciones congestivas rítmo-cardíacas de la pared arterial, no nos sería posible conocer lo que sucede en el holograma del paciente y, por lo tanto, nos resultaría imperceptible la fenomenología bio-cibernética holográmica del mismo.
Los pulsos no tan sólo comunican el rítmo cardíaco, sino que además transmiten un peculiar mensaje, a cuyo "idioma", dentro del área de la BCQH denominamos "la información del holograma del paciente". Por un lado, pues, el Bio-cibernetista nota el rítmo cardíaco, al mismo tiempo que percibe la información bio-cibernética del holograma del individuo, en forma de energía, a través de su yema del dedo pulgar. En este mensaje binario se basa el Bio--cibernetista para llevar a término su labor terapéutica.
La Bio-Cibernética Quántica Holográmica utiliza seis pulsos distintos localizados en ambas muñecas del paciente, tres en cada una de ellas. Estos pulsos son coincidentes con los de otras técnicas, pero, no obstante, el modelo morfológico del pulso de la BCQH y la forma de su lectura son específicos de ésta, dado que la utilización de la Bio-Información Analógico-interactiva sutil produce una respuesta genuina en los pulsos, muy distinta de la respuesta que origina el empleo de otros elementos y medios en la regulación del sistema psico-somático en cualquier otra fórmula terapéutica.
Un examen previo de los seis distintos pulsos del paciente, permitirá determinar el denominado "Pulso de Síntesis" o "de Referencia", con el cual se efectuará toda la labor terapéutica. Dependiendo del estado y circunstancias del enfermo/a, de entre los seis pulsos, el de Síntesis podrá ser distinto en cada sesión.
El Pulso de Síntesis transmite la información referida al grado de armonía o conflicto que puede existir entre el paciente, como Microcosmos que es, respecto al Universo, el Macrocosmos que lo ha creado y lo cobija, del cual es parte única, diferenciada e irrepetible del resto. He ahí su identidad, y la importancia que puede tener esta relación en la salud del individuo. Al mismo tiempo, esta misma información manifiesta el grado de armonía del individuo en su propia dualidad materia-espíritu, de cuya reciprocidad depende su equilibrio psico-somático, por tanto, su salud.
Los pulsos se dividen en dos grupos, los primeros, situados en la muñeca izquierda pertenecen al ámbito del subconsciente, en cuanto que los de la muñeca derecha pertenecen al ámbito del consciente. Cada pulso muestra una imagen global del paciente, y cada uno de ellos manifiesta un aspecto predominante del individuo en particular.
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