LA FORMA DE SER APLICADA

Actualmente, cuando un/a paciente acude a la consulta para recibir una sesión de BCQH, indispensablemente deberá de ser tratado/a según el criterio disociativo en toda su extensión. La problemática disociativa no solamente queda circunscrita al concepto chino fundamental sobre la disociación entre el espíritu y la materia respecto al Cosmo-Universo que nos describen sus textos, sino que en la actualidad alcanza criterios más allá de lo que puede considerse como el principio fundamental que postula Huang Di. Como son por ejemplo, las cicatrices de las intervenciones quirúrgicas, las provocadas por quemaduras, el ombligo como cicatriz singular, los herpes Zoster, los traumatismos óseos, las graves interferencias del SNV provocadas por el sistema dental, los estados de shock emocional, etc., deberán ser tratados igualmente como un modelo de elementos disociados y que, asimismo, influyen, alterando la unidad del sistema psico-somático.
Por ello, la BCQH es aplicada a través de tres protocolos distintos, que contemplan todos los aspectos y elementos en disociación que puedan estar presentes en la fenomenología de la salud del enfermo/a.

Un Primer Protocolo, y utilizando elementos propios de la BCQH, está dedicado a la desinterferenciación de toda clase de cicatrices, tanto las que se localizan en la dermis, incluido el ombligo, como las cicatrices internas, y también las provocadas por quemaduras, además de los herpes Zoster. El proceso de desinterferenciación permitirá que el elemento disociado, unificándose, recupere su identidad con el sistema psico-somático.

Existen, además, dos áreas que significativamente pueden ser las responsables de importantes interferencias desestabilizadoras del Sistema Neuro Vegetativo, y que, igualmente que el resto de elementos disociados, pueden acarrear serias patologías a distancia; se trata de las cicatrices provocadas por la escisión de las amígdalas, y toda la estructura dental. Estas áreas son desinterferenciadas dentro del Tercer Protocolo.

Igualmente ocurrirá en el Segundo Protocolo, donde se desinterfieren los traumatismos que han provocado, entre otros, los bloqueos articulares, las contracturas musculares y el importante bloqueo de la pelvis.

Posteriormente, se aplicará el Tercer Protocolo que actuará a nivel psico-somático global, por el que el paciente podrá reequilibrar su sistema de una forma integral, hasta donde alcancen sus propias posibilidades regenerativas.